martes, 19 de abril de 2022

El Mundo de los Sueños y el plano Feérico


El Mundo de los Sueños es una dimensión infinita que se dice está compuesta por todos los sueños que ha habido, todos los que hay y todos los que una vez habrá. Está conectado a muchas realidades y a otras dimensiones del Multiverso. La naturaleza y el propósito del Mundo de los Sueños es una incógnita incluso para las mentes más privilegiadas y sus secretos son desconocidos excepto para los dioses más antiguos. Se dice que en los primeros estados del cosmos, cuando el Multiverso era todavía una caótica sopa primordial regentada por los Primigenios, no había diferencia entre el Mundo Real y el Mundo de los Sueños, la fantasía y la realidad eran una misma cosa. Este mundo de pesadilla era el de los primeros elfos y otros seres primordiales. Los eruditos afirman que la primera guerra cósmica de los dioses originadores, los Titanes, contra los Primigenios, tuvo como consecuencia el desgarro de la realidad y la separación entre el Mundo de la Vigilia y el Mundo de los Sueños.

Se puede entrar de dos maneras muy distintas en el Mundo de los Sueños. La más habitual es el viaje onírico: los durmientes se proyectan a menudo sin darse cuenta en el Mundo de los Sueños, aunque no pasan de la región conocida como la Frontera del Sueño. Los seres que verdaderamente son capaces de recorrer conscientemente esta misteriosa dimensión llena de maravillas son conocidos como los Caminantes de Sueños. La segunda manera de entrar en el Mundo de los Sueños es el viaje planar: entrando físicamente en el Mundo de los Sueños mediante portales planares, aunque esto sólo está al alcance de poderosos magos, locos aventureros en busca de tesoros y personas con el don de la Vista Encantada.

El Mundo de los Sueños se divide en "regiones". La región más conocida del Mundo de los Sueños es el plano Feérico, también llamado Faerie, el Reino de las Hadas o simplemente el Otro Mundo. A diferencia del resto del Mundo de los Sueños, el plano feérico es una dimensión que se sobrepone y en ocasiones coincide con determinados lugares del mundo real que sólo los que tienen el don de la Vista Encantada pueden percibir.

Faerie

En Faerie se encuentran las Tierras de los Elfos, regidas por el Rey y la Reina de los Elfos, y los dominios de las Hadas Nobles, que son pequeños reinos regidos cada uno por un hada poderosa y que pueden ser muy diferentes entre sí, de acuerdo al carácter y la idiosincrasia del hada. Dentro de sus dominios, las Hadas Nobles, así como el Rey y la Reina de los Elfos, tienen un poder prácticamente ilimitado.

Formas de entrar en Faerie (viaje planar)

En el Mundo Real los Sídhe son túmulos edificados por razas prehumanas en las encrucijadas entre líneas-ley. Los aventureros temerarios que se atrevan a penetrar en el interior de un Sídhe notaran que las distancias son mucho más grandes que lo que se puede percibir desde fuera del túmulo y acabarán llegando al plano feérico.

Además de los Sídhe, se puede acceder a las Tierras de los Elfos desde el mundo mortal en determinados lugares o circunstancias ligadas a una estación (ver las Cortes de los Elfos). Por ejemplo, se dice que en la cascada más bonita del reino se puede acceder a la corte de Verano si la atraviesas justo en el momento en el que también lo hace la luz del crepúsculo; se dice que si das siete pasos hacia atrás en una tormenta de nieve mientras llevas una prímula recién cortada en la mano, apareces en la corte de Invierno, aunque si sueltas la flor nunca podrás volver al mundo real.

Finalmente, mediante magia poderosa o la intervención de un hada se puede transitar entre este mundo y Faerie, aunque eso no está exento de peligros, por supuesto.

La Vista Encantada

La Vista Encantada es una capacidad que tienen ciertas personas de ver los seres feéricos que son invisibles al resto de los mortales o de penetrar sus disfraces de glamour y ver como son en realidad. Normalmente la Vista Encantada la tienen algunos animales y todos los niños pequeños. En los adultos es mucho más raro. Sólo la tienen aquellos con sangre élfica (ver los Elfos). La Vista Encantada se puede obtener también de forma temporal mediante elaborados alquímicos.

La Vista Encantada también sirve para descubrir portales al plano Feérico.

Particularidades de Faerie

En Faerie hay un crepúsculo perpetuo, nunca sale ni se pone el sol y el único astro que se ve en el cielo es Shul, la Luna Gris. En las Tierras de los Elfos y en los dominios de un Hada Noble el clima cambia de acuerdo al humor de sus gobernantes.

La magia tiene un aspecto diferente en Faerie y es mucho más inestable. Los conjuros que un mago está acostumbrado a lanzar serán diferentes e imprevisibles cuando los conjure en Faerie.

Los objetos mágicos inteligentes pueden tomar forma humanoide en Faerie. Sus "cuerpos" no tendrán apariencia humana, sino que estarán hechos de formas angulosas, triangulares o cúbicas sólidas si son de naturaleza legal, como de esferas, curvas o espirales incandescentes si son caóticos y de forma neblinosa o como de mercurio liquido si son neutrales. Su atuendo y apariencia será relativa a la estética y carácter del objeto (por ejemplo, un hacha bárbara se verá como un temible guerrero salvaje vestido con pieles; una espada elegante se verá como un refinado noble cortesano).

Los objetos de hierro, y sobretodo el hierro frío, emiten un aura dañina y marchitan el ambiente de Faerie, a menos que estén cubiertos con ciertas runas o enfundados en plata.

Faerie es un lugar particularmente peligroso para los caminantes de sueños, ya que está lleno de criaturas de aspecto simpático a las que les gusta mordisquear el cordón de plata de los cuerpos oníricos. Estas criaturas son inofensivas para los viajeros planares, pero un viajero planar en Faerie tendrá problemas a largo plazo, ya que cualquier comida o bebida feérica que ingiera voluntariamente hará que quede atrapado en el plano.

Caminantes de Sueños

Cuando un durmiente entra en el Mundo de los Sueños no lo hace con su cuerpo real sino con una proyección de sí mismo que se denomina cuerpo onírico.

Cuerpo onírico: Tu cuerpo onírico tiene una apariencia semejante a tu cuerpo físico pero modificado por la percepción que tienen los demás de ti (de forma parecida al glamour de las criaturas feéricas, aunque el personaje no lo puede controlar). Un personaje famoso por su crueldad, por ejemplo, se verá idéntico a su cuerpo real pero con los ojos rojos y un aura maligna. El cuerpo onírico está unido al cuerpo físico por un "cordón de plata". Si este cordón se corta el personaje no podrá despertar nunca jamás!

Fronteras del Sueño: Este es el "lugar" dónde aparecen las proyecciones oníricas de los soñadores, una espesa niebla multicolor hecha de la materia prima de los sueños en la cual a veces se atisba las siluetas fantasmagóricas de otros soñadores. El personaje percibe las cosas a su alrededor de forma confusa y es incapaz de orientarse, y probablemente no recuerde nada cuando despierte (lo típico de los sueños), a menos que tenga un ancla onírica. Si tiene un ancla onírica tendrá mayor control sobre su cuerpo onírico y podrá moldear la materia de los sueños para crear objetos y paisajes oníricos mediante pruebas de Personalidad o Inteligencia.

En las Fronteras del Sueño se puede encontrar a otros caminantes de sueños pero también a peligrosas criaturas de pesadilla.

Ancla onírica: Los caminantes de sueños pueden usar un ancla onírica para viajar por los diferentes "territorios" del Mundo de los Sueños, como Faerie o las Islas de lo Profundo del Sueño, aunque primero deben encontrar un acceso a dicha región desde la Frontera del Sueño. Un ancla onírica es un amuleto o un talismán del mundo real. El ancla onírica permite al caminante de sueños salir de la bruma confusa de las Fronteras del Sueño y "anclarse" a una región del Mundo de los Sueños para poder visitarla. El ancla onírica se manifiesta como un lugar de una manera acorde a la naturaleza y el poder del talismán. Los caminantes de sueños experimentados pueden "mover" el "ancla" de sitio, y de esta forma explorar una región del Sueño a lo largo de varias noches. La próxima vez que el personaje entre el Mundo de los Sueños, aparecerá directamente en dicho lugar, sin necesidad de tener que viajar por la Frontera del Sueño. Algunas brujas y los monjes del dios Shul pueden crear pociones de sueño que sirven como anclas oníricas de un sólo uso que llevan al soñador a una determinada región del Mundo de los Sueños de forma directa.

Regiones del Mundo de los Sueños: Las más conocidas son las Fronteras del Sueño, Faerie (Tierras de los Elfos y dominios de Hadas Nobles) y lo Profundo del Sueño (con sus Islas creadas por poderosos soñadores), pero existen otras.

Cada región del Mundo de los Sueños debe ser descubierta por el soñador por su cuenta, deambulando desde las Fronteras del Sueño, aunque puede recibir la ayuda de un guía. Los guías oníricos son seres hechos de sueños vivientes, creados por hadas, dioses o poderosos patrones arcanos.

Particularidades del viaje onírico

Si los puntos de golpe de un caminante de sueños llegan a cero el personaje se despierta sobresaltado en el mundo de la vigilia. No sufre daños físicos pero puede sufrir secuelas mentales en forma de daño a sus características de Personalidad e Inteligencia. Un cuerpo onírico destruido requiere tiempo para regenerarse, por lo que el personaje no podrá volver a proyectarse en el Mundo de los Sueños hasta pasado un tiempo.

En lo Profundo del Sueño cualquier daño que reciba el personaje se manifiesta en su cuerpo real, incluido la muerte. Además, un personaje que quiera despertarse no puede hacerlo si se encuentra en lo Profundo del Sueño, deberá primera salir de esta región a otra más cercana a las Fronteras del Sueño.

Un caminante de sueños no puede traerse consigo nada del Mundo de los Sueños al mundo real, a menos que tenga algún tipo de conjuro o de poder que se lo permita (e incluso en esos casos los objetos no suelen durar mucho tiempo en el mundo real y se acaban desvaneciendo, volviendo al Mundo de los Sueños). Para sacar realmente un objeto del Mundo de los Sueños, el personaje debe viajar físicamente a dicho lugar como viajero planar, no puede hacerlo como caminante de sueños.

Hay cosas inofensivas para un caminante de sueños pero peligrosas para un viajero planar, y viceversa. Ejemplos: probar comida feérica no hace ningún daño a un caminante de sueños, pero un viajero planar quedará atrapado en Faerie; existen graciosos animalillos en Faerie que no suponen ningún problema a los viajeros planares pero que roen los cordones de plata de los caminantes de sueños.

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